La tradición de escribir poesías al ser amado se remonta prácticamente a los orígenes de la celebración del día de San Valentín. El propio santo, mientras estaba en prisión por celebrar matrimonios sin el consentimiento del emperador Claudio III, se enamoró de la hija de su carcelero. Al final de su vida, le dedicó unas bellas palabras de amor que puso por escrito y firmó: ‘De tu Valentín'. Desde entonces enviar una carta de amor o escribir poemas que expresen los sentimientos más profundos se ha convertido en toda una tradición.
AMOR ETERNO
Podrá nublarse el amor eternamente,
podrá secarse en un instante el mar,
podrá romperse el eje de la tierra
como débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón.
Pero jamás en mi podrá apagarse
la llama de tu amor.
Gustavo A. Bécquer
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